¡Viva la vida! (2025)

Jéssica (Thati Lopes) es una joven sencilla, dedicada a su trabajo en una tienda de antigüedades en Río de Janeiro, pero siente que su vida carece de propósito. Todo cambia cuando encuentra un misterioso relicario idéntico a un objeto que heredó de su difunta madre. Impulsada por el deseo de comprender la conexión entre el relicario y su historia familiar, Jéssica se une a Gabriel (Rodrigo Simas), un pariente lejano que aparece inesperadamente.
















